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Iván Rodríguez Traverzo: una historia de horror

In politica on December 1, 2010 at 12:24 pm

Poner en manos de un representante novato una Comisión tan importante como ésa para un gobierno que dice tener especial interés en hacer del turismo uno de los principales motores de la economía del País fue un imperdonable acto de politiquería.

Por  Celeste Benítez

Escribo este artículo en vísperas de la votación en la Cámara de Representantes para expulsar al representante Iván Rodríguez Traverzo (PNP, Distrito 16) por cometer el delito de soborno.  Toda historia tiene su cuota de héroes y villanos, y el caso de Rodríguez Traverzo no es una excepción.  Aquí va una lista preliminar:

LOS  VILLANOS:

1.  El Comité de Evaluación de Candidatos del PNP nunca sometió la candidatura de Rodríguez Traverzo a una evaluación seria.  El 22 de junio de 2007, una electora de Isabela radicó una querella ante dicho Comité, alegando en una declaración jurada que el candidato había violado los artículos 78 y 82 del reglamento electoral del PNP.

Alegaba, además, que IRT no era apto para ocupar un cargo electivo.  El Comité Evaluador no le hizo ningún caso a la querella ni a muchas otras señales de peligro en esa candidatura.

2. Hugo Pérez y Edwin Mundo.  Cuando se radicó esa querella, Pérez era Secretario General y Mundo, Comisionado Electoral del PNP.  Les correspondía a ambos garantizar la integridad de los procesos electorales de la colectividad y la honorabilidad de los candidatos de su partido a cargos electivos. Ambos fallaron malamente en desempeñar esa responsabilidad.

3.  Luis Fortuño, presidente el PNP y candidato a gobernador en el 2008, año en que Iván Rodríguez Traverzo y él resultaron electos.  Es responsabilidad del candidato a gobernador garantizarle al País la entereza moral de los candidatos que le acompañan en la papeleta de su partido.

Es obvio que Fortuño no descargó esa responsabilidad, no sólo en el caso de Rodríguez Traverzo, sino también en los de otros legisladores que han puesto el buen nombre de Puerto Rico al nivel del betún.

4. José Aponte, ex presidente de la Cámara de Representantes, contrató a Rodríguez Traverzo en el 2005 para trabajar en la Oficina de Protocolo de la Presidencia.  Luego lo asignó a la oficina del representante Efraín Concepción (PNP, Distrito 15).

Estuvo allí hasta el 2007, cuando salió a la luz información sobre sus problemas personales.  Concepción quiso entonces distanciarse de Rodríguez Traverzo, y Aponte lo recibió de vuelta en su oficina.  Así, José Aponte inició a IRT en los primeros pasos de su infame carrera politica.

5.  Jennifer González, presidente de la Cámara de Representantes.  Cuando se constituyó formalmente la Cámara en el 2009, ella nombró a Rodríguez Traverzo presidente de la importante Comisión de Desarrollo de la Industria Turística.

¿Por qué extendió González ese nombramiento?  Sencillamente porque Rodríguez Traverzo votó por ella para presidir la Cámara: un caso claro de compraventa del voto.

Ese nombramiento fue un acto de irresponsabilidad crasa de la presidente cameral.

No había absolutamente nada en la impresentable trayectoria personal y profesional de Rodríguez Traverzo que lo capacitara para ocupar ese cargo.  Con sólo un Bachillerato en Educación Elemental, deudas por miles de dólares en atrasos de pago de pensiones a sus cinco hijos, planillas de contribución sobre ingresos sin radicar por cuatro años, alegadas actuaciones como “stripper” o “bailarín exótico” en discotecas propiedad de un colaborador cercano suyo: ¿cómo es posible nombrar a un individuo así a presidir una Comisión cameral de tanta importancia y visibilidad?

6.  El secretario de Justicia Guillermo Somoza Colombani.  Éste ha seguido la tradición rossellista de no ver, ni oir ni decir nada en un caso tan repugnante como éste.

7.  Héctor Lorenzo, dueño de negocios conocidos como “Condom City” y discotecas en San Juan y Aguadilla orientadas hacia el “entretenimiento de adultos”, se convirtió en el benefactor de Rodríguez Traverzo.  Aportó mucha ayuda económica para las campañas políticas y los líos personales de IRT, como una inversión en el futuro político del representante.

8.  Los votantes en la primaria PNP y los electores del Distrito 16 que eligieron a Rodríguez Traverzo como su representante a la Cámara.  En el futuro, esos electores deberán ser más exigentes al evaluar a los candidatos a cargos electivos.

LOS  HÉROES:

1.  La Prensa.  La labor investigativa de los periodistas y la atención que le dedicaron a este asunto crearon una opinión pública adversa a IRT y sus manejos.  La presión de esa opinión pública fue lo que forzó a la Cámara a tomar acción en este caso.

2.  Jaime López, ex director ejecutivo de la Compañía de Turismo.  Este funcionario resistió todos los intentos de Rodríguez Traverzo por intervenir indebidamente en los asuntos de Turismo, y merece ser reconocido por su entereza.

3.  Los empresarios Enrique Grau Pelegrí, Enrique Cruz, Myrna Hau y Arnold Benus.  Ellos radicaron la querella contra IRT ante la Comisión de Ética (CE) de la Cámara que puso en marcha todo el proceso investigativo.  Los felicitamos por su valentía cívica, un ejemplo a ser imitado por todos los que soñamos con erradicar la corrupción del servicio público.

4.  Los representantes del Partido Popular Luis Vega Ramos, Brenda López de Arrarás y José Torres Rodríguez.  Miembros minoritarios de la CE, denunciaron la lentitud con que se procedía en este caso.  La presidente de la CE, Liza Fernández, le pidió a la “Speaker” González que los expulsara de ese organismo, y ésta respondió reduciendo en un 30% el presupuesto de la oficina de Vega Ramos.

El consiguiente revuelo llamó la atención de la Prensa al caso IRT, y el resto es historia.  Felicitamos a estos tres legisladores, que le hacen honor a su función fiscalizadora en el ambiente tan hostil que es la Cámara de Representantes.

Ojo con la municipalización del Departamento de Educación

In Celeste Benitez, Estudiantes, Gobernador Luis Fortuño, politica on September 1, 2010 at 11:28 am

Por Celeste Benítez

El pasado 25 de agosto, el representante Betito Márquez García (PNP, Bayamón, Dto. 10) publicó un artículo en estas páginas sobre la municipalización de la educación.  Citó argumentos a favor y en contra de esa propuesta, pero la posición que asumió ante ella es que él no está ni a favor ni en contra, sino todo lo contrario.

Aparentemente, el legislador no tiene una opinión formada sobre la municipalización de las escuelas públicas, que algunos de sus colegas han propuesto como solución al caos imperante en el Departamento de Educación.  Espero que finalmente Márquez se convenza de que ése no es el remedio que requieren los muchos males de la educación pública puertorriqueña.

El más grave problema que tiene el Departamento es la politización extrema que consume el tiempo y las energías de sus dirigentes, así como los recursos de la Agencia.  Esa politización extrema comenzó en el 1977 bajo Carlos Romero Barceló y su secretario de Educación, Carlos Chardón.  Pronto se convirtió en una enfermedad endémica, que finalmente degeneró en la corrupción rampante sobre la que presidieron el secretario Víctor Fajardo y su gobernador, Pedro Roselló.

Pero aún después de encarcelado Fajardo, el latrocinio político que él había organizado probó tener unas raíces tan poderosas y tan profundas que sus sucesores no han podido erradicarlo del todo.  Así, la politización sigue siendo el principal escollo para la rehabilitación del Departamento de Educación.

Poner a los alcaldes a administrar las escuelas públicas del País (una de las variantes de la municipalización) agravaría grandemente el principal problema de nuestro Sistema público de educación.  Nombrar el personal de las escuelas del municipio y disponer del presupuesto adicional que el gobierno central tendría que asignarle al alcalde para atender las necesidades de los planteles bajo su jurisdicción concentraría demasiado poder en manos del ejecutivo municipal.

Pocos alcaldes serían capaces de resistir la tentación de utlizar ese vasto poder en beneficio propio y/o de su partido, en detrimento de la calidad de la educación de sus compueblanos. Crear una situación tan dañina como ésa no sería justo ni sabio, ni para el ejecutivo municipal, ni para sus gobernados.

Habría que preguntarse, además, ¿cuántos de nuestros 78 municipios estarían hoy preparados para asumir esa seria responsabilidad?  A juzgar sólo por su salud fiscal, tendríamos que contestar enfáticamente, “¡Ninguno!”.  Recordemos que la gran mayoría de nuestras alcaldías opera con serios déficits, y que hay muchas que están ya al borde de la quiebra.

Por otra parte, ese modelo fomentaría la desigualdad de oportunidades educativas para nuestra gente. Los municipios más pequeños y más pobres tendrían menos recursos para atender sus poblaciones, y ello daría al traste con el mandato de la Constitución del ELA: “Toda persona tiene derecho a una educación que propenda al pleno desarrollo de su personalidad y al fortalecimiento del respeto por los derechos del hombre y de las libertades fundamentales”.

La municipalización sería una amenaza a esa igualdad de oportunidades educativas que ordena nuestra Consitución y a la que todos aspiramos.

Por otra parte, una de las ventajas que el representante Márquez le ve  la municipalización es que diversas variantes de ese modelo ya existen en los Estados Unidos.  Pero precisamente ése es el problema: el sistema de educación elemental y secundaria norteamericano no es bueno.

En los Estados Unidos se da la paradoja de que tienen el mejor sistema universitario del mundo, pero un sistema mediocre de educación elemental y secundaria.  En todos los estudios que buscan identificar las mejores universidades a nivel mundial, Estados Unidos usualmente ocupa los primeros puestos.  Por ejemplo, en el “Times Higher Education Supplement” de 2006, universidades estadounidenses coparon siete (7) de los primeros diez (10) puestos.

Sin embargo, en el nivel de educación elemental y secundaria (K-12), los resultados de las escuelas de Estados Unidos son invariablemente mediocres.  Veamos un solo ejemplo.

La Organización para Cooperación y Desarrollo Económico (OECD, por sus siglas en inglés), fundada en el 1948, cuenta entre sus 32 miembros a los países más ricos del mundo.  La OECD auspicia el Programa Internacional para Evaluación de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés), que administra cada tres años unas pruebas a estudiantes de 15 años de edad en un total de 41 países participantes.

Se trata de determinar si esos jóvenes han adquirido los conocimientos y habilidades necesarios para desempeñarse exitosamente en la sociedad del saber.  Así,  PISA evalúa la eficacia de los sistemas educativos de los países participantes.

Los resultados de Estados Unidos en las pruebas PISA son preocupantes.  En las pruebas de Matemáticas del año 2000, EEUU ocupó el lugar 19 del total de 41 participantes; en el 2003, 24 de 41; en 2006, 25 de 41.  En Lectura, en los años 2000 y 2003, EEUU ocupó el lugar 15 de 41.  En Ciencias Naturales, en el 2000, ocupó el lugar 14 de 41, y en el 2006, bajó a 21 de 41.

Los países más consistentemente exitosos en las pruebas PISA son Finlandia, Japón, Canadá, Corea del Sur, Nueva Zelanda, Australia y Hong Kong.

Si los puertorriqueños de veras queremos mejorar nuestro Sistema Educativo, tenemos que quitarnos las gríngolas que nos obligan a mirar exclusivamente hacia Estados Unidos como modelo.  Tenemos que empezar a mirar seriamente hacia el resto del mundo, en esta sociedad globalizada de la que somos parte.

Salvar a la escuela pública puertorriqueña y a la Universidad de Puerto Rico es una tarea ingente.  Ello va a requerir el concurso de nuestras mejores cabezas, de los profesores, de los estudiantes, de sus padres, de los sindicatos, de las organizaciones profesionales y cívicas, y de todo el País, fuera de banderías políticas.

Para ello hay que mirar hacia los mejores sistemas educativos del mundo, y apuntar hacia las estrellas.

Los mismos argumentos de siempre

In politica, Puerto Rico on July 31, 2010 at 12:39 pm

Aún estamos tan lejos de que se pueda hablar sobre Puerto Rico sin que se dividan las personas en los mismos segmentos de siempre: aquellos que creen en la república (mártires y héroes); aquellos que creen en la estadidad (cobardes) y aquellos que creen en el ELA (sufren de una mentalidad colonizada). Seguimos hundidos por nuestra propia falta de aceptar que todo esto es mucho más complicado.